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La UE aumenta en 4 millones de euros la ayuda humanitaria y sigue pidiendo la plena aplicación de los acuerdos de Minsk.
El invierno, con temperaturas inferiores a -30°C y medias siempre por debajo de 0°C provocadas por el anticiclón siberiano, hace que a la volatilidad del conflicto bélico se sume el fuerte riesgo de que estalle una crisis humanitaria en las regiones del este de Ucrania a ambos lados de la línea de contacto entre la zona bajo control del gobierno de Kiev y la zona OAT (de operación antiterrorista) bajo control de los separatistas ucranianos apoyados por Moscú.
La Unión Europea ha asignado 4 millones de euros adicionales a la asistencia humanitaria que permite sobrevivir a buena parte de la población ucraniana afectada por el conflicto elevando el total de la ayuda proporcionada a 116 millones de euros desde 2014 canalizada a través de diversas ONGs locales e internacionales.
"La población civil en el este de Ucrania continúa sufriendo después de cuatro años de conflicto. La Unión Europea continúa apoyando a todos los necesitados, dondequiera que estén. Este es nuestro deber moral y humanitario. La nueva financiación nos permitirá brindar asistencia en áreas bajo control no gubernamental donde la situación humanitaria sigue siendo muy difícil", explicó Christos Stylianides, Comisario de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis.
La ayuda, dirigida a la población más vulnerable durante el invierno, llegará en forma de calentadores, alimentos, reparación de viviendas, agua y saneamiento, asistencia para la protección, asistencia sanitaria, educación en emergencias y actividades de desminado. Ucrania ocupa el quinto lugar en el mundo por el número de víctimas civiles relacionadas con minas terrestres y otros explosivos de detonación retardada.
Desde 2014, el conflicto en Ucrania ha afectado a más de 4,4 millones de personas, de las que 3,4 millones continúan con necesidad creciente de asistencia humanitaria que llega con no pocas dificultades como consecuencia de las restricciones de acceso impuestas en las áreas no controladas por el gobierno ucraniano. La suspensión del pago de las pensiones a los desplazados internos sigue planteando un grave problema. El bombardeo indiscriminado dificulta la provisión de servicios esenciales, como el agua y la electricidad, a ambos lados de la línea de contacto.
La UE ha hecho pública su preocupación por el deterioro de la situación humanitaria en el este de Ucrania y sigue reivindicando la plena aplicación de los acuerdos de Minsk firmados por Francia, Alemania, Rusia y Ucrania para poner fin a la guerra comprometiéndose a respetar la soberanía y la integridad territorial ucranianas.